28 marzo, 2011

Anticipaciones/ las bifurcaciones silenciosas

 El trabajo de la anticipación es lo que nos importa. Nos preguntamos si acaso la bifurcación no es el resultado de esas pequeñas anticipaciones, olvidadas, o  jamás retenidas; presentes irrelevantes perdidos en la oscuridad simple e intrascendente de nuestros días, de nuestras repeticiones. Llamamos bifurcación a ese movimiento a veces brusco, tan brusco que hace que el tiempo se conmueva al experimentar o desnudar ese quebrantamiento, donde tiempo y espacio cambian. Pero están también las bifurcaciones suaves, silenciosas y perennes como el movimiento de los astros porque cuando nos percatamos ya el espacio es otro. Creemos que éstas son las que están íntimamente conectadas con esto que llamamos anticipación y todo lo que en este término queremos poner como si fuese un receptáculo maravilloso que hace refulgir la experiencia, da cuenta de cierta experiencia.
 Los tonos, la luz, el espectro que antes señalábamos ya no está. Y nosotros no podemos nunca más retornar a ese pasado... Tal vez nos queda el consuelo de recordar ese instante, esas acciones que fueron producidas por los actores que somos y que provocaron cambios. Entonces nos sorprendemos, abrimos la boca, manifestamos los gestos más enternecedores... porque no podemos explicarnos cómo es que siempre lo habíamos sabido. Siempre lo habíamos querido, veníamos produciendo algo para que las cosas se dieran del modo en que se dieron. Hace tiempo de esto.