29 septiembre, 2011

Crisis

 Estábamos seguros de que toda crisis era más bien como cierto resquebrajamiento total del suelo, un hundirse absoluto donde el cuerpo es chupado hacia un sin fondo; porque siempre se puede estar peor. Aquella vez sentimos esa clase de llamada. Madrugada. En Turquía. Quince segundos de temblor y los cimientos se vaporizan y las calles quedan como venas abiertas que sangran objetos disímiles. El perder el sostén y caer, el esfumarse de la base y perder la apoyatura es la idea del effondrement. Una rutina, un trabajo, un amor pasa un día y se abisma haciéndose añicos pero siempre a partir de una libre elección. 
 La oportunidad de peligro. El juego salvaje con lo que nos acecha nos toma, nos nubla la visión. Y su boca, sus fauces cada vez más abiertas saturándonos con su aliento insoportable y el temor de que al cerrarse tenga los mil ochocientos kilos de fuerza de un saurópsido arcosaurio. Pero el peligro, la oportunidad, deben ser fisurados por el medio mismo abriendo la beta y haciéndola saltar; o colándose dentro de ella para barrer todo lo que de destructivo contenga y asociarse solo con sus partes blandas. Golpe tras golpe. Modelando. El peligro oportuno. Ahora nos parece que en aquella ocasión un tal effondrement no ha sido más que un viento del sur soplando de un modo demasiado vertiginoso, demasiado barredor de cualquier vestigio de tranquilidad. Había que saber colarse en una corriente oceánica tan fría, pero no era más que eso.    

22 septiembre, 2011

La lista

Primero la lista:

-hoy, visitar abuela,
-ir buscar, apunte francés y ejercicios de matemática + ev sábado -por la tarde
-pasar a buscar copias de geo y leer filos
-pedir a caro lo de ed


 Discutíamos sobre la distinción entre lo teórico y lo práctico; mejor dicho entre lo teórico y lo intuitivo. Cada uno tenía que pensar una pareja para decir de manera argumentada por qué creía que uno era el intuitivo y otro el teórico. Por ejemplo Gardel/Lepera, Pinki/Cerebro/, Quijote/Sancho, Bioy/JLB, Tom/Jerry, Dalí/Gala. Pero en medio de un bullicio que ya nos había sacado del tema y viendo cómo alguno que otro echaba un bostezo contagioso se pidió silencio y se dijo que había ocurrido un hallazgo. Todos miraron hacia el fondo donde Beni había encontrado bajo el antiguo pupitre, recientemente lijado, aquella lista olvidada, tal vez aquella misma mañana. Este sí que es el hombre teórico, el hombre que toma este paraguas endeble pero que nunca debe ser subestimado y postula la organización como modo básico de vida. Este es el hombre que trata de protegerse con los esquemas y que se sacrifica y se entrega a sus trazos de pequeñas esquirlas diseminadas antes de apoyar un pie sobre la tierra. Pero lo que más me sorprende, lo que me desarma por la profundidad apasionada... diría, del esquematismo que lo aprisiona y lo reduce todo a las herramientas de que dispone es este visitar abuela. Giro formidable potencia pura y bruta del esquema que se desnuda ante nosotros.  

20 septiembre, 2011

Perderse/recobrarse

 La tentación de irrumpir en un mundo de deseo prohibido se afianza en nosotros. Todos los que han mordisqueado esa fruta de placer y amargura lo saben. Si un día esta práctica de evitar ese asomo a la negra noche sale mal qué pasaría entonces? Qué pasaría si la rapto, si me la como, como ahora ya me la estoy devorando a toda su piel pequeña, curtida y deliciosa piel. Deliciosos ojos verdosos siempre de un vivo tono de sombras, de hojas, de cierta boscosidad, de luz que se cuela por recovecos con suavidad hasta el suelo. Y si cruzamos la delgada línea y si perdemos la cordura y nos perdemos para el mundo y la moral. Todos los que han mordisqueado esa fruta saben lo difícil que es retornar tan solo de esos pensamientos; alumbramientos.

16 septiembre, 2011

El informe




 Mi madre está abajo. Las escaleras llevan a la madre y luego al hall, al patio, a las rejas y la vereda y la calle y el barrio y bastante lejos las avenidas y las mesas lisas donde la gente ama comer hamburguesas. Tras las rejas había un tipo que sacudía, -solo lo vio johnny además de la víctima-, el pito, lo mostraba, se lo mostraba al chico del que se enamoró. Por eso la cabeza siempre girada hacia la ventana, sin oír, sin ver sin entender nada de lo que pasa alrededor. La dentadura floja después de dos trompadas terribles que no dejarían en pie ni a un animal de carga. Hacia las escaleras baja, se aproxima una carta para denunciar para que se vaya para que no vengan, no jodan, no digan, no exijan. La cabeza estalla en el pasillo, estalla tan fuerte que vuelan los sesos y la carne y la sangre espesa  chorrea por las paredes y de inmediato por la pata de una mesa que estaba allí y después todo eso va hacia el piso como un menjunje que se mueve despacio pero seguro. Y sigue, y sigue avanzando como si el suelo tuviese una inclinación. Por qué. La cabeza estalla porque se hartó de la pregunta acerca de qué era verdad y qué falsedad en toda aquella bola densa de palabras hilvanadas como un enjambre. Y sucumbió ante la pregunta y ante su impotencia analítica.