30 marzo, 2011

Kafka, la muralla y los nómades

 En uno de sus más famosos relatos Franz Kafka señala que el pueblo chino, aunque ahora dudo que él use en algún momento la palabra ´chino´... Y bien, dice Kafka que la muralla china fue una empresa infructuosa. Principalmente debido a su grandiosidad, a su monstruosidad. Todo el basto territorio quería abarcar la muralla. En realidad no era todo el perímetro del país sino su lado norte que era por donde los locos nómades podían cruzar las fronteras. Tenía, la muralla, la forma de un arco, de una semicircunferencia pero así y todo en tanto parte era infinita. Ya que sabemos que el subconjunto de un conjunto infinito es también él infinito.
 Lo que sucedió es que esa infinitud jamás pudo ser materializada, pues debían, los obreros, estar construyendo durante un tiempo infinito para circunscribir un espacio infinito. De manera que como los trabajos fueron abandonados la muralla resultó en un "todo" discontinuo, con flancos sin completar, pues los constructores habían ideado un plan que consistía en ir anexando tramos de quinientos metros de muralla y sucedía muchas veces que el encuentro entre el tramo n101  y el tramo n102 no llegaba a concretarse jamás dejando una luz de espacio -una tierra desposeída y ganada por fuerzas extrañas- con seguridad librada al azar más que a las matemáticas.

28 marzo, 2011

Anticipaciones/ las bifurcaciones silenciosas

 El trabajo de la anticipación es lo que nos importa. Nos preguntamos si acaso la bifurcación no es el resultado de esas pequeñas anticipaciones, olvidadas, o  jamás retenidas; presentes irrelevantes perdidos en la oscuridad simple e intrascendente de nuestros días, de nuestras repeticiones. Llamamos bifurcación a ese movimiento a veces brusco, tan brusco que hace que el tiempo se conmueva al experimentar o desnudar ese quebrantamiento, donde tiempo y espacio cambian. Pero están también las bifurcaciones suaves, silenciosas y perennes como el movimiento de los astros porque cuando nos percatamos ya el espacio es otro. Creemos que éstas son las que están íntimamente conectadas con esto que llamamos anticipación y todo lo que en este término queremos poner como si fuese un receptáculo maravilloso que hace refulgir la experiencia, da cuenta de cierta experiencia.
 Los tonos, la luz, el espectro que antes señalábamos ya no está. Y nosotros no podemos nunca más retornar a ese pasado... Tal vez nos queda el consuelo de recordar ese instante, esas acciones que fueron producidas por los actores que somos y que provocaron cambios. Entonces nos sorprendemos, abrimos la boca, manifestamos los gestos más enternecedores... porque no podemos explicarnos cómo es que siempre lo habíamos sabido. Siempre lo habíamos querido, veníamos produciendo algo para que las cosas se dieran del modo en que se dieron. Hace tiempo de esto. 

27 marzo, 2011

el secreto de sus ojos

 Le mando un sms a tantunita y le pregunto si no le da lástima angelito..."chiquitas no les da lástima angelito?". Y ella entonces me responde y me dice; "sí, en un momento me dio mucha pena. pero ahora le veo algo de caca en sus ojitos. no sé. creo que él ya no es el mismo". Ella nota que de su mirada antes franca, transparente, noble, ahora ya es un poco como otro... Le contesto que "una oscuridad está creciendo dentro de él". Me gustaría poder transcribir la frase que sale de la tersa boca de Dogen con tanta claridad para que quien la lea la paladee, pero tendría que pedir mucha ayuda para poder insertarla. Ella me contesta muy rápidamente para felicitarme y para estar de acuerdo conmigo; "sí, ja ja ja, que bien que estuvieron, chiquis!". Mientras tanto bajo el sol cálido los sin piernas siguen moviendo la pelota -la mucha voluntad- de un lado a otro. Tan ilusionados estamos -aunque el juego sea muy pobre- con esos tres puntos. A mí, por otra parte, me gusta cuando la tantunita piensa que tengo un pensamiento veloz como el rayo. Me gusta cuando la puedo sorprender cuando le puedo mostrar que soy inteligente que estoy agazapado siempre listo para sorprenderla.
 Algún día me voy a animar a decirle que nos vayamos a ver un Racing-Huracán como en el secreto y en el Ducó por supuesto, quién querría a estas alturas ir al Cilindro de Avellaneda. 

26 marzo, 2011

Anticipaciones

 La imagen fiel aunque parcial de un resolutor sería un camino bifurcado, una posibilidad entre muchas, una variación igual a todas las demás pero que ya se va diferenciando de todo. Podría haber sido de cualquier otro modo, en el marasmo de las posibilidades sin jerarquía el azar hace estragos. Pero el tiempo y las circunstancias hacían que el deseo se volcara y presionara para que este camino fuese abierto. Un camino lleno de buenos afectos; tan necesarios y temibles.
 Empujes, extrañas fuerzas, trazos que determinarán nuestro futuro y delinearán la proximidad de nuestra vida. Sorpresa ante la inminencia de eso que buscábamos hace tanto tiempo y ahora se planta ante nosotros como vías accesibles sobre las que nos podríamos deslizar si quisiéramos. Lo hoy hecho estaba abierto como posibilidad en el pasado, había sido abierto y suspendido. Inmovilidad de vida que esperaba el tiempo propicio para salir a la luz. Y lo que descubrimos es que la potencia del presente está asociada a ese conocimiento precario, superficial del pasado. No porque el conocerlo sea determinante en algún sentido sino que lo que ahora nos pasa responde a esta apertura que está como anclada en algún lugar ya sido donde todo el sentido de lo que está siendo se mantenía virtualmente condensado en un poder ser esto.   
 Así un nombre vuela de un presente a otro, un nombre en medio de la insignificancia y la superficie de la vida. Un nombre en el pliegue de una revista viva. Una revista tirada en un canasto viejo, leída durante la defecación.  

25 marzo, 2011

Riko miente

Si Riko se va con el tío Samuel, el hermano de la desconocida, el hermano de la madre. Samuel el raptor, Samuel que fue robado, indefenso y tal vez lastimado; por eso nunca nadie contesta ese celular. El tío joven que atrae a la sobrina sin engaños sin trucos pérfidos. Riko siempre dijo que Samuel era su novio, su único mundo porque nada de familia había en su vida, nada. Estaba sola, nunca podíamos hacer que no estuviera tan sola. Siempre iba a desconfiar por eso nunca nos contó nada de todo esto del tío Samuel. Del hijo que concibió con Samuel y que luego se quiso sacar con un aborto espontáneo pero sugestionada imaginó el llanto, las náuseas y la sensación de vértigo tal como se lo habían contado. Pensó en las consecuencias, en las ganas de suicidarse más tarde en arrepentirse y seguir tan sola como siempre. Qué hermoso pero raro es tener un hijo para no estar ya tan en soledad. Para hacer un mundo de dos porque no hay mundo de uno, y además, con dos ya hay todo un devenir de muchos más que dos.

22 marzo, 2011

Nadie sabe

    Sé que esto se ha repetido ya otras veces: nadie sabe cómo se llamaba tía...
    El  aroma del incienso inunda la atmósfera de aquel amplísimo salón, un aire cargado ya de por sí. El humo que viene desde la habitación lateral donde está el féretro hace que los ojos ardan un poco. Estamos hace rato sentados en cómodos sillones de color cremita, más que sentados apoltronados, ya cansados del bostezo mirando desganadamente los platos con medialunas que están apoyados en esas ratonas gigantes de mármol. Qué formidable es el mármol parece que donde se despliega le da a todo un barniz de luz o de sombras señoriales, indiscutibles. El punto es que de repente la miro a mi tía y le espeto en la cara un: ¿Pero cómo se llamaba tía de montedeoca? Y mi tía medio atónita que me contesta, "sí tía". Claro le digo, pero cómo se llamaba...? Y entonces nos damos cuenta de que de varios viejos muertos de la familia no sabemos los nombres. Y entonces la tía, pero otra, más o tan interesada en saber, como nosotros, se pone de pie. Esta tía se acerca despacio, sonriente, hasta el sillón donde está meditabunda la hermana de la muerta... nuestra obachan; pero yo siempre voy a preferir decir nuestra me. Y bien, le coloca el rostro muy cerca casi pegado al de la tía y le dice, "¡tía ¿cómo se llamaba la tía de montedeoca?!". Demasiado difícil se lo hace a la tía, a la hermana menor de me. Sí, demasiado complicado por lo repentino sobre todo porque la tía está hundida en meditaciones, en un cuelgue de vejez característico podríamos arriesgar... Esa tía por otra parte cuyo nombre nunca vamos a recordar, mejor dicho siempre vamos a confundir; ¿Matsuko o Natsuko? Cuál de ellas, una es la que se fue a Japón hace décadas ya y de hecho murió... La tía ríe de los nervios o cosa por el estilo, parece que no quisiese saber nada de nada, se mantiene aferrada al bastón y gesticula seguido para mostrar su incomprensión. Y la tía le repite y le repite la pregunta, es inquietante porque algunos de los que deambulan por el gran salón o que están parados justo antes de entrar a la habitación donde está el féretro se dan la vuelta con indiferencia sí, pero intentan oír de qué se trata.
    La respuesta de la tía es concisa de todos modos, la tía responde a la pregunta pero no llegamos a entender y solo nos damos cuenta de que responde algo que le están preguntando. La tía entonces arrodillada en el piso, porque en esa postura se había puesto para poder conversar con tía Matsuko o Natsuko, nos mira como dándonos a entender que la tía no caza. Creo que la postura en la que estamos, la forma indolente en que estamos echados en los sillones hace que nos comportemos con cierta insolencia. Bueno no insolencia sino cierto desparpajo que se apodera de nosotros se nos escapan unas carcajadas que reprimimos de inmediato, porque el sentido común dice que debemos estar serios. Y la tía lo empeora más a nuestro juicio cuando le pregunta también por el nombre de su papá; "¡tía y su papá, ¿como se llamaba?!" Todo de vuelta, mismas caras, mismos desconciertos, mismas risas breves. La tía se balancea un poco sobre sí misma y piensa, "Seiichi" dice rápido con una seguridad que lo atraviesa todo. La tía entonces, la que habíamos enviado para que nos averiguara todo lo que queríamos saber esta mañana, nos mira como dándonos a entender que ahora sí. "¡Y tía de montedeoca, ¡tía!, ¿cómo se llamaba tía?!" "Ah... ah... no see... monte-dee-oca noo vino...?
    Hay tantas formas distintas de decir "tía". Tantos énfasis, acá tía dice tía con un tono que se desborda a sí mismo hasta casi hacer que su voz se resquebraje, su voz fresca. Hay tantas alturas y tantos matices para tía más allá claro de lo que después se le adjunta a esas tres letras que son solo tres letras; un monosílabo como una pequeña bola de poder.
    Bueno, por fin, la tía Natsuko, otra vez, agacha la cabeza pero sin que parezca que ésta le pesa, y mira a la tía y le dice que su hermana mayor se llamaba Shino. Los que saben callan, pero miran con cierta severidad y aprueban esa respuesta.   

19 marzo, 2011

10 años


   Dónde estábamos Penny hace diez años? Acá en la ciudad todo estaba crujiendo de una forma para nosotros totalmente nueva, con el calor de diciembre, encerrados haciendo trámites en el microcentro. Filas y filas por todos lados, los bancos estaban atestados de gente que cada vez más cada vez más se enojaba. Después vinieron las cacerolas y la clase media salió a la calle a voltear a un gobierno que ya no podía crear esos espejismos dulces, esas paradojas, esas exquisitas contradicciones capaces de perpetuar el injusto modo de producción y reproducción. El presidente como suelen decir no era nada. Pero Penny, nosotros, -como había dicho aquella mujer en el despacho de la inmobiliaria de la calle Carlos Calvo- solo queríamos nuestra independencia, nuestra primera independencia. "Yo entiendo" -había dicho aquella rubia flacucha y más que insípida-, "es la primera independencia pero el propietario quiere dólares". Nosotros pusimos cara de desconcierto, tan decepcionados estábamos... Pero teníamos un deseo, sin ser luchadores ni nada, un deseo tan intenso de querer y querer estar ahí. Finalmente logramos el cometido sin decir nunca como dijo el otro día la linda en el Club V con un desprecio visceral pero medido; "yo cuando me propongo algo lo consigo". Estábamos. El tubi había dicho esto es de nenes bien, "sí sí seamos nenes bien... ya está!"
   Ahora entre estas veredas oscuras y algunos parados por ahí hablando con celular o sentados en un umbral con una botella o sin nada, o esperan o toman el aire siempre fresco de la noche y te observan. Y las luces de neón de los negocios cerrados, las dietéticas, las persianas de las grandes tiendas todo semi desierto salvo por los taxis y los semáforos. Todo esto, mientras voy en busca de ese kiosco en este barrio un poco nuevo para nosotros, me trae todo eso a la memoria; diez años. Justo habían pasado diez años cuando fuimos a la escribanía a certificar esas putas más que putas firmas.
   Penny... no sé por qué pero recién me estaba acordando de todas estas cosas que tal vez te parecerán estúpidas, y, uh, no lo negaré. Porque salí a comprar cigarros y me vi allí hace diez años justo, y me dije hace diez años guau! hace diez o un poco más unos meses más que también había salido a comprar cigarros y un vino bien barato en la noche casi entrando en un wekend. 

03 marzo, 2011

Este verano

Tengo una imagen. Abro la puerta algo pesada y flotante, en este verano tan enrarecido. La tarde silenciosa y desierta. Arrimo la bicicleta a la pared amplia. Luego cierro y subo rápido, una y otra pedaleada y en seguida se me prende algo que me hace sentir una inquietud sombría, una sosobra de todos los días. Una persecuta que también me lleva a un artazgo sofocante. Siento entonces tu presencia mientras ya voy olvidando poco a poco el gusto de tus besos, y tu mirada que ya no me va a mirar y todas esas cosas tuyas que nunca voy a entender. Mañana va a ser lo mismo y pasado también.

01 marzo, 2011

Siempre

    Una vez me contaste o sugeriste que Macedonio había enloquecido de amor. Tan convencida lo dijiste que lo creí, lo creí para siempre, para nunca jamás olvidarlo. Porque sé que eso es posible.
    Una vez vimos o más de una, como Penny le decía a Desmond, en una carta, que lo único que era necesario tener en la vida para no derrumbarse era la certeza de que al menos una persona te había amado, y lo creímos, lo creímos para siempre.
    Ahora, un pensamiento me inquieta y es el peso de una gran responsabilidad, soy la única persona en el cosmos infinito que sabe esto y que se sabe responsable de este amor. Nadie más puede sellar ese vacío descomunal que amenaza con liberarse y arrasarlo todo, y me inquieta sobre todo el temor de no poder, de no poder salvarte. Nunca me fue encomendada una tan grande responsabilidad; solo nosotros y las cosas de nuestro mundo, nada más ni nada menos.