31 julio, 2020

El diario y la vertical

A medida que el diario de Derek Jarman se acerca a su final puedo notar como su autor reflexiona acerca del diario mismo que viene escribiendo a lo largo de veinticuatro meses, casi. Me llama la atención algo en lo que suelo detenerme, el diario como género de escritura, y también acerca de la memoria y sobre todo el registro de las cosas. En tiempos pandémicos hasta el marketin  capitalista nos dice que esto es algo que quedará para siempre grabado en nuestra memoria. Siempre que el poder capitalista nos dice que vivimos algo muy especial debemos parar las antenas.
Dicho esto, el mismo Jarman se desilusiona por momentos, cuando su vida es una desilusión. ¿Quién no se ensombrecería en su lugar? Si tuviera que vivir lo que él. Es un capo, diríamos, si se puede aprender a vivir por fin... como pregunta Jacques Derrida, en Expectros de Marx, bueno, Jarman intensifica esa respuesta, a la indeterminable pregunta, una y otra vez a medida que el diario avanza.
Esto me sirve para pensar que un gran y complicado problema está acá planteado, la cuestión de cómo se registra.
Además la cuestión de contra qué se lucha. Tal parece que los autores cuando deciden escribir un diario siempre se enfrentan a su bestia. En el caso de Jarman su enfermedad. En el caso de Vertov la sociedad capitalista burguesa y sus modos de representación. En kafka sus fantasmas y sus herencias.

23 julio, 2020

Vejez

Esta mañana continué pensando el plan para las investigaciones que quiero proponerme. Tan solo le sume algo que en verdad no suma nada. Ignoro de qué modo con fragmentarias no sumas alguna vez obtendría un resultado al que llamaría idea para una investigación. Es el recorrido por los diarios de artistas a través del problema tal, la noción tal. Esta vacilación me hace esperar con ansias un día en que podremos pasear al sol y respirar el perfume de árboles compañeros.
Tuve que salir a la calle para realizar un trámite urgente.
Hace mucho tiempo no me pasaba o tal vez fue la primera vez... sentí que habían pasado muchos años y el cuerpo era otro. El cuerpo que siempre había amado la lluvia, incluso la más dura, la invernal, ahora le rehuia. Es ese un principio de vejez, para este cuerpo digo, tal vez hay otros que siempre han detestado una lluvia gélida. El sentir romántico siempre ha experimentado emoción con el capricho y la inclemencia. La vibración de las gotas en la piel y el pelo empapado, el rehuir mismo del mundo; una remembranza de la posibilidad de ser tragado por algo inmenso. Como el mar o un precipicio. 
Me detuve en la avenida a ver que la lluvia persistente, no iba a parar, y tampoco llovía a cántaros. Así es que un día el cuerpo rechaza las cosas que siempre amó. Eso no es una noticia justamente de las más felices.
Desde debajo de un tinglado de una tienda de electrodomésticos debía decidir si me atrevería a desafiar el frío de las gotas que parecían estalactitas o renunciaba a todo aquello. Me quedé sonso viendo como un auto de lujo salía de su sitio junto al cordón; disfrute al ver que el conductor hacía girar las ruedas y salía despacio con el retrovisor ejerciendo máxima vigilancia. Una lluvia es acaso un motivo digno para dejarse vencer, es una pregunta o una afirmación. 

15 julio, 2020

Las 1000 pinturas de la historia del arte

En un libro de arte que recopila las más grandes pinturas de la creación artística europea dice sin mayores aclaraciones esto va del siglo XII y llega hasta el siglo XX. Me quedo atónito y me pregunto por qué la introducción no aclara en ningún momento esa decisión. Qué hay antes del siglo XII que no puede ser incluido tranquilamente en la selección magistral. Puedo suponer que antes está lo griego y lo romano, el cristianismo primitivo, los merovingios, los sacerdotes analfabetos, los íconos y demás. Pero me pregunto si es como para naturalizar semejante selección que abarca siglos de historia. Siglos de plasticidad, demasiadas imágenes.
Quiero volver sobre esta pregunta, ¿qué uso hacen los artistas de sus diarios?
¿Qué relaciones pueden establecerse entre diarios de artistas de diferentes épocas o momentos de la historia del arte?  
Y volviendo a la cuestión de la selección arbitraria de las 1000 pinturas, ante la inmediata réplica de que aquello se debe a que todo arte de la temprana Edad Media es anónimo y por eso no se podría incluir en un libro de estrellas de la pintura universal -esto es negado por Arnold Hauser en el clásico Historia Social de la Literatura y del Arte- se trataría de una invención o exageración de los estudios románticos. 

10 julio, 2020

El diario del artista y las estrategias

Las imágenes religiosas tienen un poder espectacular y especular. Las imágenes religiosas persisten y subsisten como pocas imágenes. 
Tal vez toda obra se nos aparece como una afirmación, siempre tendemos a creer que el artista nos está mostrando su verdad. 
Al leer un pasaje de Jarman cuando cree que todo le está saliendo mal en The Garden creo que el diario aporta esa cuota de realidad antes de que se haya terminado la relización. Es solo un momento pero cristaliza.
También es cierto que el diario funciona como un persistente eje de militancia, de resistencia de la comunidad gay avasallada desde una materialidad tan elocuente como es el virus que él, Derek, tiene en su cuerpo. Y que todas las instituciones y políticos de su tiempo no hacen más que empoderar. Intenta a todas luces abrir los ojos de sus contemporáneos pero resulta una empresa titánica: «No pueden ver más allá del arte» (p.310) Se queja frustrado porque una exhibición que es un poco la previa llevada a cabo através de instalaciones y especies de happening con escenas de parejas gays y alambres de púas siempre presentes. Anticipándose a lo que será el relato central de The Garden y sintiéndose decepcionado de ese público atrofiado. 

07 julio, 2020

Diarios de artistas

El año pasado, para ser exacto hace un año y dos días, fui hasta la casa de un desconocido en un bello pasaje del barrio de Versalles o Monte Castro. Y me entregó un libro de Vertov que creía inconseguible. Las páginas de ese diario me resultaron fascinantes, hacía mucho que no me sucedía aquello de quedar atrapado en aquella trama sencilla. Entiendo que el género diario debe ser una trama sencilla. Se mezcla cierta especulación, en este caso sobre la obra, Vertov era un cineasta, una mescolanza de cotidianeidad, y anexa cierta complejidad ensayística... El libro era ese típico caso de una edición antigua, dudo que se haya reeditado, databa de cuarenta y cinco años, Ediciones de la Flor que ya no existe. Conserva aún en sus páginas de amarillo apagado ese aroma a cosa vieja pero limpia. De hecho es también el caso típico del libro nunca leído. Se llama Artículos, Proyectos y Diarios de Trabajo. Me entusiasma una investigación sobre diarios de artistas, en particular pintores y cineastas; solo me falta puntualizar el problema. Pero el género ya me resulta atractivo. Si bien siempre le rehuí. Por ejemplo si había un escritor que me interesaba para acercarme a su obra no me parecía buena idea optar por sus diarios antes que sus novelas. Ahora, después de haber recorrido las intensas páginas panfletarias de Vertov y el diario de Derek Jarman lo encuentro sumamente interesante. Los artistas escriben sus diarios para que el lector o el espectador al aproximarse a esas páginas incorpore las generalizaciones ciegas, fugaces y enigmáticas que pueblan la obra ya se trate de lienzos, imágenes en movimiento o ficciones.