03 agosto, 2018

Una escena de Dogville recorrida a través de la noción de biopoder en Foucault





Propósito del siguiente escrito: Indagar si en el film Dogville[1] hay a) lo que Michel Foucault define como “gubernamentalidad” o bien b) todo se resuelve en relaciones de poder sin que el poder circule o sea centralizado por instituciones. Intentaremos comenzar explicando qué implicancias pueden rastrearse en el film si tomamos como supuesto el punto a)
Algo que nos pareció bastante impresionante de la película es el vuelco que da en el último capítulo y que la vuelve completamente reaccionaria. Pues si por el desarrollo tan largo del film nos va acostumbrando a que no hay estado y todo parece resolverse en relaciones de poder, lisas y llanas, entre “iguales”, hacia el final Grace de algún modo se desenmascara y ejerce la soberanía de la manera más cruenta. Grace hace las veces de “estado de excepción” y decide sobre la vida y muerte del pueblo devenido completamente súbdito suyo.  
Hemos elegido ese último capítulo del film y en particular esa escena del diálogo entre Grace y el jefe mafioso. Los hombres que desde hace tiempo buscan a Grace llegan al pueblo y son conducidos hasta donde está prisionera. A punta de pistola exigen su liberación. Cuando llega el cadillac que trae al presunto jefe de la banda Grace es conducida hacia el interior del vehículo. Ahí por primera vez el espectador descubre que el capo de los maleantes es su padre. Si bien, este encuentro nos lleva al conflicto inicial de la película; Grace escapando de los tiros de quien sabemos ahora es su propio padre, va a ocurrir un deslizamiento muy interesante. Ellos, padre e hija, discuten acerca de su historia personal-afectiva, sus papeles, hablan del poder; de heredarlo de compartirlo de estar enfrentados por la elección de formas de vida que a las claras son contrastantes. Repentinamente el objeto de disputa entre ellos se desliza hacia Dogville, y el intercambio de palabras pone en consideración, sin más, qué derecho a la existencia tiene este pueblo. Ellos fueron injustos le dirá el padre, ellos hicieron algo que vos no te perdonarías a vos misma. Mientras que Grace argumenta que puede sentir piedad por esos débiles y que la condición de vida es determinante para las elecciones que se toman. Y el padre replica que Grace es arrogante que en el fondo los perdona porque los considera inferiores a ella y sobre todo incapaces de alcanzar el estatuto de su ética y de sus valores morales. El modo en que el padre argumenta se torna deontológico y universalista. Lo determinante son los principios éticos que uno tiene, parece decir, eso es lo que nos guía y ordena. O nos alejamos o nos acercamos a esos principios y nos medimos y medimos al prójimo a partir de tales principios. Convencida de que los argumentos de su padre son más fuertes Grace contempla al pueblo por última vez y según dice el narrador, ve solo espinas donde antes veía grosellas. Y toma la decisión final que es masacrar a todo el pueblo. Creemos que lo que hace compleja la escena en relación a todo el resto de capítulos es algo que Foucault señala cuando analiza la cuestión del racismo moderno y dice que la singularidad de su funcionamiento es que combina las técnicas de biopoder  con los modos tradicionales de ejercer la soberanía. Señala lo siguiente:
En líneas generales, creo que el racismo atiende la función de muerte en la economía del biopoder, de acuerdo con el principio de que la muerte de los otros significa el fortalecimiento biológico de uno mismo en tanto miembro de una raza o una población, en tanto elemento en una pluralidad unitaria y viviente. Podrán advertir que, en el fondo, aquí estamos muy lejos de un racismo que sea, simple y tradicionalmente, desprecio u odio recíprocos de las razas. También estamos muy lejos de un racismo que sea una especie de operación ideológica mediante la cual los Estados o una clase tratan de desviar hacia un adversario mítico unas hostilidades que, de lo contrario, se volverían contra [ellos] o socavarían el cuerpo social. Creo que es algo mucho más profundo que una vieja tradición o una nueva ideología; es otra cosa. La especificidad del racismo moderno, lo que hace su especificidad, no está ligada a mentalidades e ideologías o a las mentiras del poder. Está ligada a la técnica del poder, a la tecnología del poder. Está ligada al hecho de que, lo más lejos posible de la guerra de razas y de esa inteligibilidad de la historia, nos sitúa en un mecanismo que permite el ejercicio del biopoder. Por lo tanto, el racismo está ligado al funcionamiento de un Estado obligado a servirse de la raza, de la eliminación de las razas y de la purificación de la raza, para ejercer su poder soberano.[2]
Cuando ocurre la matanza y exterminio del pueblo de Dogville podemos tener cierta sensación de que todo aquello fue un experimento. Una carnada para ver qué le pasaba al pueblo, cómo el pueblo gestionaba sus capacidades. En este sentido podríamos hablar de la biopolítica que el estado ausente o aquellos que vendrían a ser su policía, sus fuerzas de seguridad, sus SS ejercen sobre la población para proyectar su modo de ser/hacer población. Pues además, esos maleantes actúan al margen del estado, en complicidad con el estado o son el estado que autoriza en su ausencia (retiro) a todo el cuerpo social a dar muerte. Según el narrador, quien presumiblemente nos está traduciendo en palabras, la mirada y los gestos y los pasos de Grace; “si alguien podía corregirlo tenía el deber de hacerlo, por el bien de otros pueblos, por el bien de la humanidad y por el bien de ese ser humano que era ella misma”.[3]  Frente a la pregunta de por qué masacrar a una comunidad que está hundida en la abyección y la mezquindad entendemos que no se trata de mostrar que tal cosa ocurre porque exista un cierto odio racial, ideológico, como si dijéramos un pueblo que se precie de ser bien constituido no puede llamarse “Dogville”. Se trata de mostrar un procedimiento del poder a través de los mecanismos propios del biopoder cuya finalidad es aumentar siempre el control y acrecentamiento de la vida. Una regulación de poblaciones, una homeóstasis que el poder activa sobre la totalidad del cuerpo social para poner en equilibrio el sistema.
Saliendo un poco del supuesto de que hay un poder gubernamental en Dogville, nos gustaría preguntar qué papel juega la sexualidad en la trama del film, sabiendo que sexualidad es uno de los nudos problemáticos de la cuestión del gobierno para Foucault. Y preguntaríamos cómo llega a ser la sexualidad y su necesidad de mostrarse, de afirmarse, de desearse, el modo en que el vínculo entre Grace y Dogville parece hacerse añicos. Así se gana el odio de las mujeres, así se gana el abuso de varios varones inescrupulosos o que consideran que si bien es un acto no moralmente bueno, es una justa paga por favores hechos a Grace. Paradigmático es el caso de Tom que sufre una conmovedora decepción por no poder por una vía amorosa disfrutar del cuerpo de Grace, y tener que soportar la humillación de ver cómo el resto de los varones de la comunidad hace uso de ella. El tema sexual es para Foucault un cruce que pone en contacto la cuestión de las disciplinas individualizantes y la cuestión de la regulación de la vida. Articula por tanto la cuestión del individuo y la cuestión de la población. Para la sociedad del siglo XIX el cuerpo debe ser intervenido a nivel individual tanto por la moral, en este caso podríamos pensar en dispositivos educativos, tanto privados como públicos, y por el dispositivo médico. Hay que vigilar el cuerpo para que pueda ser útil, para que pueda trabajar, para que pueda rendir de modo productivo. La sexualidad se torna riesgosa en la medida en que tiende a producir desvíos, ya desde la infancia se evidenciaría una íntima relación entre sexualidad y vicio. Para el saber médico de la época no frenar esos desvíos a tiempo puede dar lugar a enfermedades en el futuro, tanto orgánicas como mentales. Además por equipararse a la reproducción la sexualidad interesa a los fines de la natalidad, la morbilidad, las mediciones poblacionales.[4] Creemos en este sentido que el cuerpo mujer sobre el que comienzan a darse una serie de pujas es algo que disloca la escena comunitaria y es la misma escena comunitaria la que pasa inmediatamente a apropiarse de ese cuerpo individual en el sentido sexual cuando considera que ese cuerpo es deudor, en el sentido económico, por la protección y los cuidados que se le prodigan.
Si nos preguntamos cuáles son las técnicas del poder en Dogville ahí uno de los personajes más interesantes de la película es Tom. Porque este personaje encarna el desafío de la igualdad, tal como lo problematiza Jacques Rancière[5]. Somos iguales, entonces por qué no vamos a poner a prueba esa igualdad. Es el personaje que propone el desafío. Ver si vamos a ser capaces de aprender, si vamos a ser capaces de convivir con lo extraño, si es cierto que somos hospitalarios[6]. En general las investigaciones de Foucault están pensadas en relación a una presencia fuerte del estado, justamente quien interviene sobre la normalidad, sobre la sexualidad y la raza es el estado y sus aparatos. De ahí que haya un peligro siempre latente en el hecho de que el estado adquiera cada vez más espacios u ocupe toda la escena de relaciones interpersonales.  Pero entonces volvemos a preguntar, como se va a plantear Foucault, ¿qué pasa en un caso en que el estado es ausente, qué es lo que ocupa la escena en ese caso? ¿Formas del mercado en Dogville donde solo hay montañas y caminos que no conducen a ningún sitio?
Creemos que Tom encarna de manera genuina al investigador, al genealogista. Su especialidad son las relaciones de poder y su tema específico la hospitalidad. “Para probar que en el pueblo nadie aceptaba nada. Necesitaba un ejemplo. Un regalo.”[7] Ayudar a Grace, poner a prueba a Grace y en doble sentido poner a prueba a la comunidad, ya que hacia el final la captura de Grace por Dogville es en verdad una captura de Dogville por Grace. Pero su búsqueda es particularmente interesante porque supone una práctica. Habilitar la palabra de todos los iguales en la asamblea, buscar un motivo por el que deban exponerse, dar su punto de vista. Tom hace experimentar el vacío a sus conciudadanos, rompe ese conformismo cristalizado. Intenta hacerlos ver y ese ver es al tiempo un verse, un poner al desnudo a través de lo que él llama la “ilustración”, el “ejemplo”.  Luego será una realidad ilustrada espesa que no parará de crecer y expondrá al pueblo a su verdadero enemigo que es su sí mismo. Ya que la historia mostrará que los ciudadanos no están a la altura del desafío, se hundirán en sus prejuicios, su envidia, su miedo. Pero el poder son relaciones interpersonales eso queda claro en Dogville. Acciones sobre acciones. Tom tiene un gran problema en este sentido, hay escenas muy elocuentes donde el personaje experimenta este vértigo. Es sin lugar a dudas la ilustración del fracaso, se dibuja eso todo el tiempo en su rostro. Pues si bien es el artífice, -él mismo le dice a Grace esto es como un juego-, no es capaz de gobernar el conjunto de las acciones. Puede ser filósofo pero no conductor. Puede ser una especie de visionario analista del estado de cosas pero no un agente de los cambios efectivos. Logra hacer girar la rueda de las relaciones, conquistar espacios de libertad para desenvolver y desenmascarar al pueblo pero ese juego se le va de las manos; otra vez acciones sobre acciones. Un ejemplo de esto es que no puede hacer nada contra los abusos sexuales a los que es sometida Grace y hasta termina más preocupado por ver marginada su masculinidad. Lo curioso es que todo este proceso de exploración de lo mismo y lo otro encuentre un desenlace fatal. Si bien como más arriba argumentamos Foucault señala:
La yuxtaposición o, mejor, el funcionamiento, a través del biopoder, del viejo poder soberano del derecho de muerte implica el funcionamiento, la introducción y la activación del racismo. Y creo que éste se arraiga efectivamente ahí. En esas condiciones, podrán comprender entonces cómo y por qué los Estados más asesinos son al mismo tiempo, y forzosamente, los más racistas. Aquí hay que considerar, desde luego, el ejemplo del nazismo. Después de todo, el nazismo es, en efecto, el desarrollo paroxístico de los nuevos mecanismos de poder que se habían introducido desde el siglo XVIII. Por supuesto, no hay Estado más disciplinario que el régimen nazi; tampoco Estado en que las regulaciones biológicas vuelvan a tomarse en cuenta de manera más porfiada e insistente. Poder disciplinario, biopoder: todo esto recorrió y sostuvo a pulso la sociedad nazi (a cargo de lo biológico, de la procreación y de la herencia; a cargo, también, de la enfermedad y los accidentes). No hay sociedad a la vez más disciplinaria y aseguradora que la que introdujeron o en todo caso proyectaron los nazis. El control de los albures propios de los procesos biológicos era uno de los objetivos inmediatos del régimen. Pero, al mismo tiempo que existía esa sociedad universalmente ase- guradora, universalmente reguladora y disciplinaria, a través de ella se producía el desencadenamiento más total del poder mortífero, es decir, del viejo poder soberano de matar. Ese poder de matar, ese poder de vida y de muerte que atraviesa todo el cuerpo social de la sociedad nazi, se manifiesta, en principio, porque no se otorga simplemente al Estado sino a toda una serie de individuos, a una cantidad considerable de gente (ya se trate de las SA, las SS, etcétera). En última instancia, en el Estado nazi todo el mundo tiene derecho de vida y de muerte sobre su vecino, aunque sólo sea por la actitud de denuncia, que permite efectivamente suprimir o hacer suprimir a quien tenemos al lado. Por lo tanto, desencadenamiento del poder mortífero y del poder soberano a través de todo el cuerpo social.[8]
Necesidad por tanto de hacer morir en todas las direcciones porque el hecho de que el cuerpo social en su totalidad sea la instrumentación del poder mortífero del estado es lo que muestra que la comunidad es víctima de su propia capacidad de controlar, cazar, someter y matar.
Antes de finalizar este breve análisis querríamos volver sobre el punto que más arriba hemos mencionado como aspecto b). Para esto un breve comentario acerca de aquello que a Foucault más le ha interesado desarrollar a lo largo de toda su obra; la cuestión del sujeto. Poder comprender los procesos de subjetivación. Poder señalar aquellas capturas en las que los individuos son por así decir encapsulados y que el trabajo de comprensión genealógica viene a mostrar cómo desanudar esas lógicas para conquistar espacios de mayor libertad subjetiva.  Y si desde este enfoque b) lo que se explicita es que todo son relaciones de poder y no aparece claramente una institucionalidad fuerte, deberíamos decir que en esa escena final Grace es sujetada por la autoridad paterna que es como sabemos su contracara, aquella herencia que rechaza.  Esto implica que Grace queda atrapada en las garras del poder por más que las imágenes muestren que ella acciona desde el lugar del poder. Su lucha, la lucha de Grace, sus necesidades más inmediatas[9], su necesidad de escapar, es decir su gesto más auténtico de libertad se terminan. Las relaciones de poder y las luchas que éstas plantean implican que rechacemos lo que somos y que no nos queramos atar a identidades impuestas o mandatadas. Es así que en esta última escena las acciones de Grace no son como desde el punto de vista de a) se había plateado acciones soberanas. Sino acciones de pura violencia que se imponen sobre los débiles como si fueran parte de un decorado. En cambio Grace sí siente todo el peso del poder y se entrega a esa incitación[10], resiste, busca ser reconocida se retira proyecta y retorna a buscar nuevas respuestas. Siempre está la posibilidad de que se rebele porque es un campo de posibilidades  abierto la voluntad de aquel que es objeto de gobierno. Pero más allá de su libertad de acción el alcance del poder implica que esas decisiones están funcionando en un campo[11] previamente estructurado por el poder.     




[1] Lars Von Trie (Director), 2003, Dogville, Dinamarca, Zentrope Entertaiment (Productora).
[2] Ver FOUCAULT, M., Clase del 17 de marzo de 1976 en Defender la sociedad. Bs As: FCE. 2000. p. 233.

[3] Cf. Lars Von Trie, Ídem, 02:35´:57´´.
[4] Cf. FOUCAULT, M, Ídem,pp. 227,228.
[5] Cf. RANCIÈRE, J. (2004) Política, identificación, subjetivación en Revista Metapolítica. Vol. 8. Número 36. pp. 26-32.

[6] Cf. RANCIÈRE, J. Ídem, “Es así que se puede dejar de lado el debate sin salida entre universalidad e identidad. El único universal político es la igualdad. Pero ésta no es un valor inscripto en la esencia de la humanidad o la razón. La igualdad existe y tiene un efecto universal en tanto que ella se pone en práctica. No representa un valor que se invoque sino una universalidad que debe ser postulada, verificada y demostrada en cada caso. La universalidad no es el principio de la comunidad con lo cual contrastarían las situaciones particulares. Ella es una operadora de demostraciones”.(p.2) (…)¿Qué es un proceso de subjetivación? Es la formación de un uno que no es un yo o uno mismo sino que es la relación de un yo o de uno mismo con un otro. (p.2)
[7] Cf.Lars Von Trie, Ídem, (2 00:08`:56``)
[8] Cf. FOUCAULT, M, Ídem, p. 234.
[9] Cf. FOUCAULT, M.  El sujeto y el poder en Revista Mexicana de Sociología, Vol. 50, No. 3. pp. 3-20. 1988.p. 6.
[10] Cf. FOUCAULT, M, Ídem, p. 15.
[11] Cf FOUCAULT, M, Ídem,p. 15.