12 octubre, 2011

Alfábeton


Cuando el sol baja una oscuridad nos toma, esperábamos ponernos a practicar ese alfabeto que daba vueltas desde semanas. Nos volvimos a acordar que aún no comprendíamos la diferencia entre deínón y deinós... -me pregunté si estarías en casa y me respondí que seguramente no-. Comenzó a bajar un poco de frío y las ventanas levemente se empañaron. Unas calles, el amargor dulce de unos labios al salir temprano de la escuela. Nos escabullimos bajo el frondoso manto de cemento de la autopista, cerca de plazoletas desiertas. Bebimos café al cognac. Barracas lúgubre. Donde los personajes de Sobre héroes y tumbas nos sumían en cierta ensoñación y cierto poder.

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