07 mayo, 2012

En la bandeja

 Siempre nos gusta ver que entre los analías, los juanitas, bernabé, e incluso algún que otro mensaje que nosotros mismos pudimos mandar a nosotros mismos oculto o copiado, equivocado, perdido, apurado... A la noche, terminando ya, con sueño, en puja constante con cierta desesperanza lo último que se pierde... Entonces, ver allí, entre las superficies blancas y la luz artificial, un mail de ustedes. Uno que reposa antes de perderse en otras pantallas, en otras ventanas abiertas o cerradas, ya leído pero entremezclado todavía entre otros mensajes que se intercalan y superponen entre solapas de solapas que no esperan nada. De los veinticinco que se muestran uno hay, uno que renueva el círculo de los otros dos mil setecientos sesenta y dos que no nos importan tanto sus presencias.

No hay comentarios: