10 enero, 2015

7 de enero atentado a Charlie-Ebdo y publicación de Sumisión

 Hace unos días nos enteramos de que en Francia se llevó a cabo un ataque terrorista al staff de la célebre revista Charlie Hebdo. 
 Leí una nota de un periodista que cubría el tema para Página 12. Me llamó la atención que en un momento el texto le dedicara casi un párrafo entero a criticar a aquellos que llevarán agua para su molino o aprovecharán esta situación de confusión y bronca para confundir más a la opinión pública y hacer que la sociedad francesa desbarranque hacia una ultraderecha siempre agazapada. Creo que ese punto de vista es correcto. Me corrijo, en particular me llamó la atención que se señalara que dicha coyuntura beneficiaría a personalidades detestables de la cultura francesa como el escritor Michel Houellbecq. Ese mismo día, es decir el día del asesinato de los escritores y caricaturistas de Charlie Hebdo, se habría publicado en Francia, Sumisión, la última novela de como dice la contratapa de unos de sus libros, "la primera star literaria" desde Jean Paul Sartre. Al parecer en este último texto, Sumisión, Houellbecq se entrega de un modo que roza lo patético a las ficciones paranoicas que sabe entretejer con maestría. La sociedad francesa se rinde ante la cultura árabe; no va más Occidente. Hurgueteando un poco encontré una referencia al menos de Houellbecq.  En Las partículas elementales (Anagrama 1999, Trad. E. Castejón)en un capítulo dedicado a narrar la así llamada revolución sexual en los años '60 menciona del siguiente modo a Charlie Ebdo, dice:
"El conflicto ideológico, latente a todo lo largo de los años sesenta, estalló a comienzos de los setenta con Mademoiselle Age Tendre y 20 ans, cristalizándose en torno a una pregunta fundamental en aquélla época:<<¿Hasta dónde se puede llegar antes del matrimonio?>> Durante estos mismos años la opción hedonista-libidinal de origen norteamericano recibió un poderoso apoyo de los órganos de prensa de inspiración libertaria (el primer número de Actuel apareció en octubre de 1970, y el de Charlie-Hebdo en noviembre). Si bien estas revistas se situaban, en principio, en una perspectiva política de contestación al capitalismo, estaban esencialmente de acuerdo con la industria del entretenimiento: destrucción de los valores morales judeocristianos, apología de la juventud y de la libertad individual".(...)     

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