06 abril, 2013

Las palomas

 Salgo a la mañana, no es tan temprano pero se siente en la piel ese frescor tan digno de la mañana. El asfalto avanzando es inexorable, tan quieto, tan fijado a sí mismo. Las bicisendas están arrebatadas de inmensos soretes de perro, ocres, simiblandos y tal vez aún tibios. Tres palomas están sobre el pavimento, lo husmean, fija su tonta pero atenta visión en derredor. Todo lo que se acerca lo desafían con una displicencia en extremo ingenua y luego no saben cómo escapar. Las palomas revolotean a mi alrededor, mueven su masa de carne grisácea que levanta un viento desproporcionado que inunda todo de olor a hospital. Vuelan mal. Las palomas vuelan mal. O son ellas las que están mal dormidas y malhumoradas. En la poesía de Alejandro Crotto Las palomas se dice que:
"después salimos a cazar palomas
con nuestro rifle de aire comprimido,
mi hermano y yo con menos de once años"(...)
 El vuelo rasante y mal hecho queda atrás. Por la esquina pasa una caravana de autos tocándose bocina; los conductores inmóviles en sus butacas acolchonadas tienen todos la misma expresión. 
 Desde un paraíso observo junto a unos amigos de la cuadra los posibles blancos. Ya tenemos todo el equipo pero nos faltan los blancos. Qué decepción! Seguramente habremos subido a un paraíso porque son una fuente inagotable de diversión y recursos. Pues a nuestras gomeras fabricadas con ruleros y globos las cargamos con aquellas municiones demasiado buenas para ser obtenidas con tan poco esfuerzo. Los ramilletes verdes de bolitas de paraíso son perfectos, fáciles de alcanzar y como balines, insuperables. Los árboles se pelan muy rápido eso puede ser preocupante. De todos modos ahora cada uno tiene unas bolsas o unos frascos llenos, repletos de municiones verdes y no hay blanco a la vista. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola chicos
http://www.crackle.com.ar/c/Comediantes_en_carros_tomando_caf/Larry_come_un_panqueque/16000458/#id=16000458&ml=o%3D12%26fpl%3D100000194%26fx%3D