06 abril, 2014

Arrepentimiento de las chicas

 Una chica que conocí una vez en cierta costa del Uruguay... estaba drogado y no veía. Estaba caliente. Después al amanecer no me gustó que la chica tenía granos en la cara y la despedí al rancho de color violeta donde ella se había hospedado. Otra vez estaba drogado en Gral. Belgrano y una chica me dijo, una chica buena y hermosa, una chica que sabía hablar me dijo, no voy a coger con vos porque mañana no te vas a acordar de mí. Otra vez en Uruguay una chica que era la más linda de la playa, una chica que si se rodeaba de tules y de aceites perfumados con sus ojos verdes de gato siamés parecía una reina egipcia, esa me dio un beso. Estaba tan drogado que fui y besé a una puta que andaba por ahí alegremente bailando, entonces vino el hermano de la chica más linda de la playa la de los ojos verdes de gato siamés, y me increpó. Me quiso pegar y menos mal que unos amigos lo calmaron, porque yo no podía justificar mis actos colmados de torpeza. Los amigos intervinieron para que no me pegara y yo pasara todavía más verguenza. Y otra vez estaba tan drogado que bajo la lluvia rodé con la hermana de un amigo y después, como a la otra semana, le dije a mi amigo que él me iba a querer matar y mi amigo me dijo que yo podía hacer lo que quisiera y lo que más me heló la sangre fue que él me hablaba como si no le importara y eso fue peor que todo lo demás que pudo haber pasado y no sucedió. Otra vez de vacaciones estaba tan drogado que la mujer con quien quería estar desde muy chico porque hacía mucho que la conocía me dijo después de que yo fallara al pretender ser su amante, que nadie podía obligarme a hacer algo que yo no quisiera y sentí mucha tristeza y pensé que ella era un gran amor que estaba dejando esfumar.  

No hay comentarios: